sábado 2 agosto, 2025

24 de julio: el día que Temperley volvió a la vida

El 24 de julio de 1993 marcó un antes y un después en la historia del Club Atlético Temperley. Ese día, tras más de dos años de angustia, lucha y resistencia, el Celeste volvió oficialmente a competir en los torneos de la Asociación del Fútbol Argentino. Y no fue un regreso más: fue una verdadera hazaña popular, cargada de emoción y mística.

Luego de dos años, tres meses y once días sin actividad, como consecuencia del fallo judicial del juez José María Durañona que ordenó el cierre del club por problemas económicos, Temperley logró ponerse nuevamente de pie. La recuperación fue posible gracias a la presentación judicial de los abogados de la institución, al empuje de la Comisión de Apoyo —con figuras clave como Edith Pecorelli y Enrique Zunnini—, y al respaldo incondicional de cinco familias (Ahualli, Romano, Pecorelli, Colas y Allende) que ofrecieron sus bienes personales como garantía.

El operativo regreso fue tan vertiginoso como emotivo: en solo 96 horas se acondicionó el estadio, se organizó el operativo de seguridad y se armó el equipo. El 24 de julio, ante un estadio colmado de emoción, Temperley enfrentó a Tristán Suárez, por la Primera C. El resultado fue anecdótico pero simbólico: triunfo 1-0, con gol de Walter Céspedes a los 42 minutos del primer tiempo, justo frente al arco de Avenida 9 de Julio.

Ese día histórico, los once que quedaron en la memoria fueron:
Luis Deleva; Walter Céspedes, Gustavo Palavecino (Villalba), Pablo Rey y Alejandro Faravelli; Diego Di Crocco, Gabriel De Césare y Ramón Aranda; Walter Martín, Gerardo Losas y Sergio Marro (Banegas). El equipo fue dirigido por Eduardo Lendoiro.

La vuelta del Gasolero fue tan potente que su gente llenaba cada cancha a la que iba. En esa temporada, seis equipos se vieron obligados a mudar la localía por la cantidad de hinchas celestes. Y dos años después, el sueño se completó: Temperley volvió a la Primera B Metropolitana, otra vez contra Tristán Suárez.

Desde entonces, cada 24 de julio se celebra el Día del Hincha de Temperley, una fecha cargada de sentimiento, memoria y orgullo. Un día para recordar que no hay obstáculo más grande que una pasión genuina. Un homenaje a quienes sostuvieron al club con el corazón, incluso en los peores momentos. Porque como dice la historia celeste: Temperley no se rinde. Temperley resiste.

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